viernes, 5 de octubre de 2012

La Fin

Hace mucho acepté que moriré, y sí no le tengo miedo a la muerte. Pero, ayer en situaciones desgarradoras vi a un perrito, el perro que veo desde que tengo 8 años casi irse; él estaba durmiendo profundamente, lo tocabas y seguía durmiendo, lo movías y seguía durmiendo.
Al escuchar las palabras "cáncer terminal" y "está sufriendo", lo que sea mejor que pase.
A las 6 de la mañana mi padre me dijo "Ahmin murió, ya murió, le dio un paro". Pensé que si estaba sufriendo era lo mejor; sin embargo, bajar las escaleras, mirar ese patio vacío, no sentir sus ronquidos, ladridos, el sonido de cuando movía su papada para limpiarse; no, joder, no, es duro.
Allí me di cuenta, ya asumí la inminencia de mi muerte, que va a ocurrir y no le tengo miedo... pero a la muerte de los seres que me rodean, no, a ello le tengo un terror indescriptible.

"Perrito sonso" ya estás descansando.