martes, 1 de enero de 2013

Disfraces

Entra por la puerta,
la linda sonrisa de la persona muerta.
Sonríes por mero pacto social,
escoges el disfraz especial
acorde a aquel muerto.
Dices 'sí', dices 'no'
acorde de quién sea.
Ya te hartaste
de ser quién eres,
porque cuando eres quién eres
te clavan la navaja
en tu sangrante herida
cuando ilumina
aquel farol que
posado sobre tu cabeza está.
Cuando crees que
la carga es demasiada,
te vas liberando
con temor, pero
te liberas de
aquel disfraz escogido
dejas de solo sonreír
y muestras tu rostro sincero
esperando porque
no haya más sangre.


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