sábado, 4 de agosto de 2012

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Te conté que me fascina la agresividad, que eso me vuelve loca sexualmente hablando. Te conté que me fascinan aquellos quince libros de mi repisa, que las cosas sucedan como si fuese un perfecto poema. Te conté que canciones me gustaría escuchar en esas ocasiones, esos encuentros a puerta cerrada. 

Recuerdo como me jalaste y empujaste, terminé con unos moretones después de eso... me besaste con violencia y pasión, me deje llevar por tus movimientos, sentí como tus dientes se clavaron en mi cuello y tus uñas pasando con desesperación por mi espalda descubierta... grité, grité, grité. Hubo locura, encanto, sangre, atracción fatal, quizás demasiado fatal. 

Ahora, nos hablamos solo con la mirada, sonreímos de lejos; sé que aún añoras otro momento a solas (igual que yo), solo los dos. Oh, y mira me acaba de llegar un mensaje tuyo. 


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