lunes, 13 de agosto de 2012

Pavor nocturnus


Mi desequilibrio comenzó con sus jugarretas y burlas (nada agradables) a mi mente. La destrucción parece que comenzará ipso facto; la paranoia acostumbrada está dándome unas palizas brutales, que están dando en mis puntos más débiles, más volubles (tonterías que no deberían existir en mí).

Estado actual: inquieta. 

Pesadillas que no deseo recordar jamás, esperemos.

"Destruye lo que te destruye."
¿Est-ce que tu peux détruire quelqu'un qui est presque détruit?
Solo se podría terminar de derrumbar, finalmente... el fin, la fin, the end.
Demolerme.
Ah, fatalidades, fatalidades.

He pensado si es posible hacer una dulce destrucción...
al fin de cuentas no es posible, las memorias, los escritos
finalmente querremos desaparecer todo lo bueno y recordarlo que nos hizo añicos.


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