lunes, 20 de agosto de 2012

El porqué


Mis últimos días han transcurrido en un hogar regido al 100% por la religión. Viajé a Arequipa y he estado estos días en la casa de mi madrina, lindo lugar, lleno de adornos. Mi madrina es una de las personas más apasionadas por la religión que haya conocido, pero por miedo a represarías callé mi opinión.

Desde su crítica algo ilógica hacia los homosexuales en general como una degeneración hasta su respuesta firme sobre que simplemente la sociedad está así porque los jóvenes de alejaron de la religión.
Callé mis opiniones respecto a aquello, me hizo recordar porque amo mi condición de agnóstica. Me sentí insultada. ¿Acaso todo gira en torno a la religión? Los hombres desde el comienzo de los tiempos tratan de dar respuesta a cualquier duda que tengan, aunque sea ilógica la respuesta, ¡LA TIENES! Mi agnosticismo respeta las distintas expresiones de religión, ya que es CULTURA en sí.

Una cosa que dije varias veces a diversas personas que me rodean: ¿Por qué tu religión es la verdadera? ¿Qué hay de los hinduistas, budistas, musulmanes, taoístas, entre otros? ¿Por qué tu respuesta es la mejor para algo que NO PUEDES PROBAR?

Por ello soy agnóstica, no puedo decir que existe algo más allá o no, soy una humana más que no posee ninguna verdad absoluta. Respeto cualquier forma de expresión de cultura religiosa y no critico a aquellos que posean otro punto de vista, lo que critico es cuando se meten con la cultura de uno mismo.

Ex toto corde,
Andrea.

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